Para la quema de grasas…
¿Qué tipo de ejercicio cardiovascular es mejor?
Pues como decía un muy buen profesor, depende. Cuando se trata de elegir uno por encima de otro, siempre saltan a la palestra la caminata, la carrera y los sprints o cardio de alta intensidad. Ninguno es mejor que otro, pues dependerá del para qué lo queramos. Es decir, primero elegimos el objetivo que perseguimos y luego el plan, y no al revés. Si tenemos en cuenta los tres tipos mencionados anteriormente hay que tener en cuenta dos parámetros:
Por un lado, cuantas calorías consumen por unidad de tiempo y por otro y mucho más importante, de dónde vienen esas calorías; es decir, qué fuente energética utilizamos para la realización de dicha actividad.
La primera cuestión es fácil y es de una lógica aplastante:
A más intensidad, mayor calorías quemadas:
Ahora bien, una caminata utilizará mayor cantidad de grasa como fuente de energía, después la carrera y finalmente unos buenos sprints. Sin ponernos la bata de profesor «bacterio», debéis saber que la grasa requiere de oxígeno para metabolizarse en energía. Y cuanto más baja sea la intensidad del ejercicio, más oxígeno habrá en tu cuerpo para que sea utilizado por los adipocitos como fuente de energía. Ahora, seguro que ya veis por qué sprintar quema menos grasa…en este caso, al estar más cerca de vuestro umbral anaeróbico, la grasa no se puede, o tiene más dificultad (sobre todo en corredores noveles) para ser utilizada como sustrato energético.
No podemos olvidar, por otro lado, que detrás de cada ejercicio físico que realicemos hay siempre un efecto hormonal, una respuesta adaptativa a ese estímulo.
Vamos a hablar en este caso del Consumo de Oxígeno Post Ejercicio o Exceso de Consumo Post Ejercicio ( Excessive Post Excessive Post Exercise Oxygen Consumption: EPOC), poco tratado y de capital importancia en el tema que estamos desarrollando en estas líneas. Este consumo de oxígeno ocurre tras cualquier ejercicio de alta intensidad. Es un proceso en el cual, el oxígeno retorna a los músculos, deseosos del mismo tras el ejercicio intenso. Y es en este periodo de tiempo, cuando la grasa es la fuente de energía dominante mientras que vuestros miocitos (fibras musculares) se reparan. Y os podéis imaginar llegados a este punto que a mayor intensidad, mayor oxígeno necesitamos para recuperarnos y más «tiramos» de grasa para ello. Algunos estudios realizados en centros de alto rendimiento nos dicen que incluso se multiplica por tres la cantidad de grasa consumida en este proceso con respecto a la grasa consumida tras una buena caminata, que como hemos dicho consumía grasa ya, in situ.
Ahora bien, el cuerpo, como bien sabéis es un laboratorio perfecto, y como tal, necesita diferentes estímulos para lograr los mejores resultados. No es mejor estar haciendo ejercicios de alta intensidad a todas horas, igual que no es bueno hacer interminables sesiones de cardio. Sin duda alguna, lo mejor es combinar ambos tipos. Por experiencia personal os decimos que el cuerpo tiene memoria y necesita sobresaltos que le hagan mantenerse alerta y no estancarse en uno u otro tipo ejercicio. Conseguir los resultados que queremos nos llevará un tiempo.
Pero es que además nos debe de llevar ese tiempo. Recordad cuando estéis entrenando que todo lo que se consigue fácil, fácil se va. Así que domina a tu cuerpo y sé capaz de darle diferentes entrenamientos, a diferentes rangos de intensidad para tenerle siempre trabajando. Esto en cuanto la quema de grasas aunque se puede extrapolar perfectamente a cualquier ámbito del rendimiento físico.
Dadlo todo, poned intensidad en cada entrenamiento y variad en los estímulos;
no hay otra receta más perfecta para la quema de grasas!
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*Fuente imágenes: Pinterest
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