Cada día estamos más cerca del verano y muchos aprietan motores en la operación bikini…
La idea de esta operación bikini, es lucir un buen cuerpo para las tan ansiadas y merecidas vacaciones de verano.
Personalmente estoy en contra de esta operación bikini, ya que para muchas personas es la operación skinny (buscan la delgadez como eje de la belleza) y las llevan a seguir las regímenes extremos o dietas milagros que nos proponen los gurús de moda, poniendo en riesgo nuestra salud.
Por otra parte, considero que los regímenes, dietas extremas o de moda, también son una forma de violencia de género simbólica porque de cada 20 mujeres hay un solo hombre a dieta (seguimos justificando la gordura en hombre y no en las mujeres).
Es inútil buscar algo que no existe. La perfección es una eterna maratón sin premio ni trofeo…. Te invito a luchar contra el mito que la perfección, la delgadez y la belleza son sinónimos y nos llevan a la felicidad.
Como persona y profesional sanitario me gustaría que cambiásemos la visión de una vida perfecta basada en una apariencia determinada nos hace mal, nos afecta y puede enfermarnos…
Los trastornos alimentarios (TA) entre ellos, la bulimia y la obesidad pueden afectar a cualquiera sin importar la raza, el sexo, la edad o la religión. Pero los jóvenes son quienes pagan las peores consecuencias, pues son los que menos preparados están para asumir los desafíos que implica perseguir un ideal.
Hay estudios que indican que los niños entienden el concepto de belleza entre los 3 y 13 años. Es decir que ya a esa edad empiezan a elegir lo “bello” para tenerlo cerca o para exhibirlo con orgullo. Por eso, desde pequeños deberíamos enseñarles a comer de forma saludable (80 a 90% de alimentos naturales y un 10-20% alimentos procesados) y a realizar actividades física diarias y ejercicios.
La sociedad engrandece la imagen y hace culto de ella. Los gurús de turno, los especialistas en dietas heterodoxas, los famosos o líderes de opinión que ponen de moda estilos de alimentación reclaman lealtad, obsesión y fanatismo.
La realidad es que ni un número en la balanza, ni una cuenta de Instagram o Facebook son certezas. Tampoco lo es un plan alimentario con un número acotado de alimentos. Nada de lo que te mencioné anteriormente te hará encontrar la felicidad. Porque la felicidad es un rico plato de comida equilibrada, un pequeño placer, un grupo de amigos, tu pareja, tus seres queridos. Disfrutar de la vida y de lo que hacemos y para ello la alternativa más saludable -a nivel físico y mental- que podés elegir en tu vida es la flexibilidad.
Y que es la flexibilidad!? Pues simplemente, cambiar tu estilo de vida, comer platos sanos, nutritivos y equilibrados en tu dieta habitual y permitirte comer comida rápida o un dulce en un paseo con tus amigas o tú familia. Es buscar el equilibrio entre el placer y la moderación, de manera de convertir la alimentación saludable en algo sustentable a largo plazo, tanto mental como emocionalmente (esta es la forma de convertirlo en un hábito o estilo de vida).
Recuerda no estás engañando a tu influencer favorito porque no comiste ese plato que subió a Instagram o a YouTube, simplemente te estás mimando a ti misma, te estás dando un gusto y viviendo la vida.
No te sientas culpable, busca tu equilibrio!
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