Inauguramos este fit diario para todas aquellas personas que como yo, tenéis multitud de opiniones inexpresadas, sobre este estilo de vida que, como nosotros, habéis decidido escoger. Nos surgen dudas, anécdotas y puntos de vista que quizá el de al lado no entiende a simple vista, o que quizá no ha intentado comprender. Pero ¿es eso, o es que tampoco nos molestamos por que lo hagan? Muchas veces por desgana, o por el «que piensen lo que quieran» mostramos indiferencia y no defendemos a capa y espada, esos temas que en realidad nos importan.
Es hora de poner esos temas sobre la mesa, o mejor dicho, sobre el teclado; porque creemos en ello y por tanto, si merece la pena que discutamos por ello.
Hoy quiero hablar de la superficialidad que rodea a este mundillo, o comunmente llamado “postureo” a la hora de entrenar. Personalmente, tengo que oír diariamente, que todo el mundo ahora entrena porque se ha puesto de moda. Ahora lo que se lleva, es eso de vestirse de marca, elegir un conjunto perfectamente combinado y pensado, para hacerse una foto y compartir en las redes sociales.
Supongo que habrá de todo, y seguramente existe ese grupo de personas que en realidad no sudan ni una gota, y simplemente posan para una foto que tendrá muchos “me gusta”
Ese grupo es el que se critica, al que se tacha de superficial y falso. El problema aparece, cuando nos meten a todos, en el mismo saco.
Es decir, qué pasa con los que realmente entrenamos y para hacerlo, nos gusta llevar la mejor ropa y si es posible, combinarla de la mejor manera posible?
El otro día en el trabajo, mi mejor amiga a la que dicho sea de paso, adoro, dijo que le parecían ridículas esas chicas que se ponían sus mejores galas para ir a correr. Que ella se ponía la camiseta más vieja que tenía porque, para sudarla, ¿qué mas da?
Yo pienso que si para entrenar, eres de los que prefiere una camiseta que podrías utilizar para hacer trapos, que es lo que más cómodo te parece o con lo que te sientes más agusto o identificado, pues adelante. Como si quieres hacerlo desnudo.
Pero si eres como yo, que te preocupas normalmente por vestir bien, es perfectamente comprensible que esto lo extendas también, a la hora de hacer deporte. Es decir, yo cuando salgo a la calle, independientemente de a dónde vaya, cuido mi forma de vestir.
Elijo mi ropa con mimo y detalle, intentando que siempre me identifique, que me haga sentir bien para afrontar el día segura de mí misma. Y seguro que no soy la única que piensa de esta manera.
La pregunta es ¿ realmente es cuestión de superficialidad, o hay que ver más allá?
Lo que se llama supeficial, yo lo considero más bien, una forma de motivación. Y me explico:
¿Acaso entrenar no es una parte importante de tu día a día y en definitiva, otra parte más de tu vida? ¿Y para hacerlo, por qué no te vas molestar en elegir la ropa que mejor te haga sentir, al igual que haces con el resto de tu rutina diaria? ¿No merece el mismo respeto hacer tu entrenamiento, que ir al trabajo o salir a cenar? En definitiva, todo depende de la importancia que le des a lo que haces.
Yo desde que entreno de forma diaria, lo considero una parte más de mí misma. Y como tal, no concibo ponerme la ropa más vieja que tengo en el armario, que no me pongo ni de pijama, para hacerlo. Simplemente porque eso no me motiva, no me siento a gusto, ni cómoda. Muy distinto es, ponerte esas deportivas chillonas que ya te ponen de buen humor en cuanto las ves; Ponerte tus mallas que se te ajustan a la perfección, una camiseta bonita, que te guste, te active, te llame la atención por su color o porque es enrollada y te pega con las zapatillas. De repente, vas vestido listo para la acción. Estás preparado para ponerte a tope y darlo todo. Así, parece que nada te puede parar y la motivación corre por tus venas. Es como la música, que en cuanto la escuchas, el ritmo se apodera de tu interior y sientes que puedes con todo.
Es cierto, es algo mental. Es cierto, esa camiseta, esas mallas o esas deportivas, no te van a hacer mejor. Pero si que con ello, te vas a SENTIR mejor, y eso te llevará mucho más lejos.
Insisto, es cierto, es todo MENTAL; pero seguro que has oído muchas veces, que la mente lo es TODO.
Sobretodo cuando estamos hablando de entrenar. Y volviendo al inicio, hablamos de entrenar de verdad, no ese “entrenar superficial” delante del espejo con la foto lista para publicar. Y a la hora de entrenar, chicos y chicas involucrados en este mundo de la vida sana, lo único que cuenta es sentirse invencible, seguro, contento, cómodo, y en armonía contigo mismo.
Lleves lo que lleves, que te represente en todo momento. Porque sólo así adoptarás esto de entrenar, como algo más de ti mismo, una parte más de tu complejo, bello y único carácter.
Corre, salta, haz pesas, burpees o sentadillas, pero no dejes que vuelvan a criticar ninguno de tus pasos, vistas con una camiseta vieja o con esa ropa que te sienta de maravilla. Ahora simplemente, levántate y brilla.
Deja una respuesta