Somos una gran mayoría las mujeres que nos maquillamos a diario por diversas razones, por lo que todas conocemos la sensación de llegar a casa cansadas y tarde porque regresamos de fiesta, de una cena o una reunión… Ante esta situación, nos apetezca en mayor o menor medida sabemos lo que hay que hacer… DESMAQUILLARSE.
Es un principio básico de belleza y pasarse una toallita por la cara no cuenta, dejarlo para el día siguiente es tu decisión pero, ¿sabías que por cada noche que te vas a la cama sin desmaquillar tu piel envejece una media de cinco días? Esto se debe a que es en la noche cuando se activa la regeneración celular, la piel ha de estar limpia y oxigenada, bien preparada para este proceso, de lo contrario se favorece la formación de arrugas, líneas de expresión, manchas y acné.
No desmaquillar y limpiar a conciencia la piel es un pecado capital para el mundo de la belleza, pues va a perder su luminosidad e hidratación natural, puedes desarrollar intolerancias a ciertos ingredientes y favorecerá la flacidez consecuentemente con la pérdida de elasticidad, por no mencionar que no va a servir de nada que gastes un dineral en serum y cremas, pues no servirán de nada.
Y ¿qué hay de las pestañas? si hay una parte importante que no puedes obviar son las pestañas, ya que si dejamos constantemente restos de rimmel la consecuencia será la deshidratación, que las volverá quebradizas y débiles, si ya tienes este problema usa aceite de ricino para mejorar su calidad y ayudar a que crezcan.
Hoy día en el mercado hay decenas de fórmulas diferentes: leche limpiadora, gel, mousse, agua micelar… En otro post hablaremos de cual elegir según tus necesidades o preferencias.
Mi combo estrella es usar un gel espumoso por todo el rostro frotando delicadamente y posteriormente pasar un algodón con agua micelar, para asegurarme que no quedan restos.
Abandona la pereza, no olvides nunca desmaquillarte y recuerda: «las toallitas desmaquillantes son para emergencias, no para la limpieza de diario.»
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